Solo
un país en America ha tenido la semejanza en la cual, analizando la historia podríamos
decir o resaltar ciertos hechos producidos, que la asemejan a esta nacion de Europa.
Dicho país es
Venezuela, para comenzar mencionaremos a continuación el primer hecho en el
cual el héroe máximo de las América “Simón Bolívar”.
Simón Bolívar, libertador de Venezuela, Colombia y
Nueva Granada, es el héroe máximo de la América Latina.
Tuvo
una notable influencia de Napoleón Bonaparte cuando visitaba Europa en 1804 en
el que se hizo proclamar emperador, había existido una excelente amistad entre
ambos, aunque Bonaparte era catorce años mayor que este.
Pero de pronto ocurrió algo que cambiaria esta
relación que Bolívar sentía hacia Bonaparte, era en la cual muchos hombres de
bien han sido decepcionados a lo largo que toda la historia de existencia del
hombre sobre la tierra y es en la cual fijamos nuestra vista en los hombres y
no en Dios.
Hombres que
admiramos porque son grandes guerreros, deportistas, estrellas de cine o
televisión, hasta hombres que han adquirido fama y fortuna en los negocios,
inventos modernos, etc.
En la cual
Cristo dijo: “maldito el hombre que cree
en el hombre”, pero ¿es típico de América solamente? Pues no porque Europa
ha tenido los ejemplos más horrendos y como ejemplo podemos citar a: Carlos
Marx, Lenin, Mao Set Tun y hasta Hitler, hombres en los cuales con apariencia
de piedad han conducido a la humanidad a las espantosas guerras raciales,
ideologías en la cual muchas naciones se encuentran sumergidas. Cristo al
respecto en una ocasión exclamo su célebre frase “maldito el hombre que cree en
el hombre”.
América
como descendientes de ellos que somos hoy en día en pleno siglo XX y
postrimerías del XXI seguimos con modelos neocolonialistas en la cual las
teorías económicas de grupos de poderes extranjeros deciden como en el pasado
colonial nuestros destinos.
Experimentamos
luego de esto lo mismo que nuestro liberto en el cual él se sintió defraudado y
experimentamos un sentimiento de tristeza o lastima hacia su brillante amigo.
Simón
Bolívar al igual que muchos de nuestros gobernantes hoy en día fue al
extranjero a estudiar modelos importados de naciones que “no” necesariamente se
compadecen con nuestra situación socio-económica.
Pero como
toda empresa que se echa andar los engranajes y en esta ocasión la empresa de
Bolívar era libertar a Venezuela del dominio español, arranco dando impulso a
un movimiento que no se detendría en la América Latina hasta culminar con la
independencia de muchas naciones latinoamericanas. Un hecho que me llama la
atención en la cual una acción tomada por Bolívar que fue la de dejar a Miranda
en la jefatura de la revolución Venezolana y él marcharía a Europa a buscar
armas y apoyo para el naciente movimiento un paso muy semejante adopto Napoleón
al designar a su padre Luis Bonaparte III 1806 a 1810 a cargo de los países
bajos (Holanda y Bélgica) mientras Napoleón Bonaparte enfrentaba situaciones
difíciles en Francia y otras partes de Europa.
Otra
semejanza en la que tuvo una singular similitud la fue en la que tanto Napoleón
y Bolívar sufrieron una derrota, el primero en Waterloo y el segundo, en
Venezuela en 1812 en la cual Napoleón fue desterrado en la isla de Malta y
Bolívar a Curasao.
Pero ambos también habrían de regresar después del
exilio a librar su última batalla en la que Napoleón ya no sería más emperador
de Francia y su ambición de una Europa unida llegaría a su fin.
En cambio
Bolívar obtendría una serie de batallas en la que en agosto 1813 libraría seis
batallas, destruyendo varias unidades militares enemigas y capturando un
importante botín en armas, municiones y equipos.
De entre
todos los títulos en que le ofrecieron Bolívar solo aceptó el de Libertador,
título que prefirió siempre al de cualquier otro.
Las naciones cuando son libertadas, ciertas penurias
de tipo económicas, sociales, políticas y hasta militares le ofrece todas las
condiciones al hombre que la ayuda a salir de dicha condición, incluso el de
ser proclamado “libertador”. Hubo un
hombre que libró una guerra y hoy en día lucha una batalla constante para que
América lo declare su libertador aunque dicho título le fue otorgado hace más
de dos mil años que es Jesús Cristo.
Este
Jesús al que una vez el Apóstol Pedro se refirió al hablar, fue nombrado Señor
y rey por Dios para que la nación que lo acepte así como hoy reconozcamos la
labor de nuestros patricios hoy sea reconocido su sacrificio al cual él
exclamó:
“Si el hijo os libertare seréis verdaderamente libre”.
Ramón
Rivera…..
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